jueves, 7 de junio de 2007

Autoretrato: Huérfano

La historia es simple.
Demasiado.
1991.
Marzo.
Un profesor de religión.
Un profesor de religión haciendo clases en un primero básico.
Pero no es un primero básico cualquiera.
Es un colegio inglés.
Un trampolín para nuevos ricos.
Un ascensor de la pirámide social.
Y ahí estoy yo.
Un niño de 5 putos años.
Padre judío (no practicante)
Madre católica (no tan practicante)
Un niño de 5 putos años, sin sacramento alguno.
El único en la clase.
Y el profesor de religión, que además era amanerado, lo dice:
“Entramos al reino de Díos, cuando somos bautizados. Ahí nos hacemos sus hijos”
Un profesor de religión, me había dicho que no era hijo de Díos.
Yo le hice caso.



3 comentarios:

diario de un caminante dijo...

Un texto y una foto buenísimos. Pero (¿por qué siempre habrá peros!!!???) una vez más vuelvo a pensar en algo, que ya se me apareció ante tu solemne: Ofreces un texto de una belleza y frialdad que descolocan, haces que quiera leer más. ¿La foto? Superior. Pero dime.... ¿Cuál es la conexión entre ambos, entre imagen y texto? Yo quedo con las ganas de saber más de ese niño de colegio inglés (hoy universidad privada) que sabe reconocer su origen y su posición social de elite, que está consciente de haber sido catapultado desde "un trampolín para nuevos ricos, un ascensor de la pirámide social", etc... y que usa estas imágenes en su literatura, para escribir su "poesía"... ¿es una provocación? ¿Es tu grito? ¿Es una estrategia? ¿Es tu manera de demostrar que el profesor de religión tenía razón?...

¿Con este autorretrato fotográfico -si lo apartamos del texto- qué buscas? ¿Cómo quieres mostrarte?

Eso no me queda tan claro.

charquican dijo...

Muy bueno el texto directo, crudo y sincero. La foto encuentro que también está bien lograda pero estoy de acurdo con Cristián que me falta un hilo de conexión entre ambas. En todo caso es un agrado encontrarse con este nivel de trabajos. Lily

andrew ian chernin dijo...

La foto no es fortuita y se cuelga de la última frase del texto: "Yo le hice caso". Escogí esa anécodta, porque creo que en buena parte me resume. Entonces, con la imagen quería mostrar en qué terminó el pendejo de cinco años. ¿Cómo se ve ahora a los 22? Hay un par de recursos que utilicé que ofrecen algunis guiños (más allá de gestualidad sicótica de la cara). El fondo negro no es gratuito. No quería usar photoshop, pero quería que el fondo se viera oscuro y de ahí apareciera mi rostro. Ojalá de una forma perturbadora. Y sí, la idea es provocar. La relación sería esa. ¿Cómo se ve la cara de alguien que "no es hijo de Dios"?, sin hacerlo evidente. Espero que se entienda.